martes, 4 de octubre de 2011

Paradigma cualitativo, paradigma dominante, diseños

El enfoque cualitativo de la investigación, es relativamente joven, pues empieza a ser discutido seriamente ya entrado el siglo XX como una forma de dar respuesta a las interrogantes que los investigadores sociales se hacían, ante las cuales el positivismo y el método científico dominante, no ofrecían respuestas satisfactorias. En este sentido, como ya se planteó en memorias anteriores, en la investigación social el paradigma cuantitativo y fundamentalmente positivista, solo se interesaba en medir el hecho en tanto conjunto de datos externos al individuo, que les permitiría modelar matemáticamente la realidad y establecer leyes universales de comportamiento tanto individual como social. Empero esto no resultaba suficiente para los investigadores sociales, que empezaron a interesarse más bien en otro aspecto de la realidad, que posteriormente denominaron fenómeno.


A diferencia del hecho que es objetivo e independiente de los individuos, el fenómeno está íntimamente ligado a los individuos pues serán sus historias de vida en tanto elementos subjetivos que le permiten comprender la realidad, los que le darán forma al fenómeno estudiado, siendo los filósofos alemanes Weber y Husserl quienes dan los pasos más significativos en lo que a desmarcarse de la filosofía positivista de Comte se refiere.

Weber fue un filósofo, politólogo y sociólogo alemán, cuyo principal aporte fue lo que el mismo llamó la visión antipositivista de la sociología pues desde su punto de vista, una de las particularidades del ser humano es que está provisto de conciencia y sus actos están cargados de intencionalidad, lo que hace imposible alcanzar la objetividad que exige el estudio positivista en las ciencias sociales.

En este sentido, tal como plantea Rojas (2010) para Weber los actos humanos pueden clasificarse en cuatro:

a). El acto racional con respecto a un fin. Es aquel en el cual el actor concibe claramente el fin y busca métodos adecuados para conseguirlo. b). El acto racional con respecto a un valor. Se caracteriza porque el actor asume los riesgos de su conducta movido por un ideal; fiel a una idea, no por un resultado extrínseco. c). el acto afectivo, dictado por la emoción del sujeto y d) El acto tradicional, guiado por el hábito, la costumbre, las creencias convertidas en una segunda naturaleza. (p. 25)

Esto sin duda plantea una concepción diferente de la realidad social donde los individuos pasan de ser algo más que entes pasivos fácilmente equiparables a un simple dato estadístico, tal y como lo veían los positivas, a ser un ente activo cuyos intereses y deseos, constituyen elementos determinantes de la dinámica social, siendo la subjetividad, y más específicamente la intersubjetividad de los individuos de una comunidad, en tanto acuerdos sociales de las personas que interactúan en un lugar y momento determinado, los aspectos que deberían acaparar la atención del investigador.

Es por esto, que Weber propone el concepto de comprensión o Verstehem, es decir la relación causal existente entre el individuo, y las condiciones en las que se desarrolla el fenómeno. Más sin embargo, este concepto es desarrollado posteriormente con mayor profundidad por Schutz para quien más que un método, es una forma diferente de conocer al sujeto social.

Este concepto resultaría en uno de los pilares sobre los que Husserl posteriormente plantearía que la aplicación del método científico a los estudios sociales, desvirtúa la naturaleza misma del objeto de estudio y propone la necesidad de que el filósofo trascienda a fin de captar la esencia misma de los fenómenos, logrando así lo que denominó la epojé, es decir, la puesta en duda de todo cuanto rodea al investigador y al fenómeno que estudia.

Ahora bien, en cierta medida estos filósofos no difieren mucho de la finalidad de la ciencia tal y como se venía haciendo, puesto que a pesar de que proponen mirar la realidad social desde otra perspectiva, al final, lo que pretenden no es más que capturar la realidad, y desnudarla para exponerla ante otros de la misma manera que lo pretendían hacer los positivistas. Empero mientras estos autores (entre muchos otros) planteaban la necesidad de reformar la ciencia social hacia una perspectiva más bien interpretativa, otros pensadores de la misma época planteaban la necesidad de reformar no solo la ciencia, sino la realidad misma.

En este sentido, Horkeimer y  Marcuse entre otros, partiendo en muchas ocasiones de conceptos como la alienación, y la dura crítica al sistema de producción capitalista de la teoría Marxista, plantean que la función del científico más que medir o interpretar, es realmente activar los mecanismos sociales que provoquen los cambios necesarios para una sociedad, criticando duramente el exceso de tecnicismo en la ciencia y en la cotidianidad de las personas, ante lo que personajes como Habermas plantean la necesidad de hacer una ciencia más cercana a las personas, retomando fuertemente la importancia del lenguaje y la dialéctica que en principios de siglo había sido destacada Wittgestein, destacando también el planteamiento de Morin, según quien hoy día se hace más palpable la necesidad de hacer ciencia con conciencia.

Hay dos aspectos que no pueden dejarse de mencionar al momento de hablar del paradigma cualitativo, y es que a diferencia del paradigma cuantitativo, donde el diseño de la investigación se rige por un único método, bajo este paradigma existen diversos métodos entre los que destacan la etnometodología, el interaccionismo simbólico fundamentado esencialmente en la postura filosófica de Habermas, la etnografía y finalmente con un enfoque más crítico la investigación-acción.

Si bien es cierto que todos estos diseños, cumplen con unos requisitos básicos como son la identificación del problema de estudio, el establecimiento de objetivos, la recolección y análisis de información, así como la presentación de resultados, conclusiones y recomendaciones, tanto las técnicas de recolección y análisis como la selección de los sujetos a estudiar, variará pues el telos de cada uno de estos diseños de investigación cualitativa es diferente dado que mientras en la etnometodología se pretende determinar el orden valorativo y cognitivo determinante en una condición específica, partiendo de la intencionalidad más que de la mera motivación de los individuos que participan en la acción social; en el interaccionismo simbólico se pretende dilucidar el significado que el individuo atribuye a sus acciones, fuertemente mediado por intereses de carácter político y fundamentalmente de poder, en tanto el poseer la verdad implica tener un mayor poder de coacción sobre mi entorno, y como este se desarrolla.

Por su parte la etnografía busca más bien comprender la realidad social de los grupos humanos, en su propio contexto, en su ambiente, lo que obliga al investigador a imbuirse en dicha realidad, por lo que estas investigaciones suelen requerir mucho tiempo, y el estudio del lenguaje es uno de los recursos fundamentales, a partir de los cuales el investigador obtiene los datos que requiere para alcanzar los objetivos planteados.

Así como la etnografía es ampliamente utilizada por los antropólogos, la investigación-acción es ampliamente utilizada por los educadores y los trabajadores sociales, pues su intención, es intervenir la realidad, a fin de mejorar las prácticas sociales y educativas de un colectivo ya sea a través de la construcción por parte del investigador de un plan de acción concreto y eficaz, el desarrollo de un pensamiento crítico y reflexivo que le permita a los participantes avanzar en sus formas de solucionar sus problemáticas, o a través de la emancipación del colectivo tal que produzca una revolución en cuanto al sistema de valores y creencias tal que produzca mejoras en su calidad de vida.

Referencias.

Rojas, B. (2010) Investigación cualitativa, fundamentos y praxis. 2° Ed. Fedupel, Caracas

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